Quince años han pasado desde la última vez que Pablo, Andrés, Juan y Carolina estuvieron juntos. Ahora sus días ya no giran alrededor de esa casa abandonada que usaban de guarida para sus complicidades adolescentes. Era 1987 cuando se embarcaron en la aventura de sentirse libres, pero dos segundos cambiarían todo para siempre. Lo que al principio parece solamente un reencuentro de viejos amigos los empuja poco a poco a querer rearmar la vida con las piezas de otras que se rompieron.