Tan solitaria como la vida que lleva Andrés, con una banda de sonido constante que intenta llenar el vacío de sus días y sus noches. Vive con su hermano y su padre, pero sólo el azar parece hacer que los tres coincidan en el comedor de la casa. Que Ocio tiene espíritu rockero, es evidente, pero también vive más allá de esas referencias.