Es una película que cumple con el título en castellano, pero también es un film que indaga entre las relaciones de una familia judía ortodoxa. El regreso de un hijo casado con una mujer que no es de la comunidad, una gentil, rechazada al comienzo de la relación, pero ahora aceptada porque espera un hijo. La vuelta al hogar esconde dos cosas: el hijo está en bancarrota y para una hipoteca necesita la casa de su padre en garantía. Una casa muy particular que es la funeraria de la zona y tiene todo para recibir cadáveres y presentarlos correctamente para los velatorios. Intrincada si. En uno de esos cadáveres que deben ser preparados se alberga un demonio femenino estéril, que se venga con embarazadas y chicos y se presenta con forma de niña antigua. Un error, el demonio es liberado y comienzan los problemas. La película bien ambientada, con buenos climas logrados por la dirección de fotografía, con un director como Oliver Park familiarizado con el género, tiene un guion de Hank Hoffman que va cambiando los puntos de vista, no concentra el terror en las angustias de un solo personaje lo que aliviana un poco el impacto, pero dentro de las películas del género es una cuidadosa producción que cumple con el susto y el suspenso.