Luego de unos cuantos años fuera de su casa natal, Art (Nick Blood) hijo de un judío ortodoxo, junto a su esposa embarazada Claire (Emily Wiseman) decide volver a Brooklyn para reconciliarse con su padre Saul (Allan Couduner), quién es dueño de una funeraria. Saúl parece encantado de volver a ver a su hijo, sin embargo, se muestra un tanto confuso por la repentina llegada de este, sin aviso previo.
Además de estos tres personajes principales, se encuentra Heimish, un viejo amigo de la familia que trabaja en la funeraria. Quien al contrario de Saul, le cuesta mucho creer que Art haya decidido volver sólo porque extraña a su padre. Heimish tiene la firme sospecha de que algo se esconde detrás de ese inesperado retorno.