Carlos Saldanha es conocido por ser el director de una de las franquicias animadas más importantes de los últimos tiempos, sobre todo para su estudio Blue Sky. Se trata de “La Era del Hielo”, la cual tiene hasta el momento cinco películas en su haber y su historia todavía no tiene fecha de caducidad. En esta oportunidad, el realizador nos trae “Ferdinand”, un film que logra su objetivo de entretener y presentar una trama con un mensaje positivo, pero que genera la sensación de haberla visto anteriormente.
“Ferdinand” se centra en un toro que lleva el mismo nombre del título de la cinta, el cual es muy distinto a toda su especie. En vez de querer pelear por un lugar en la Plaza de Toros, él es mucho más sensible, le gustan las flores y la tranquilidad. Un día por azar logra escapar de su cuidador y encuentra una familia que lo quiere como es. Sin embargo, volverá a ese lugar que alguna vez reconoció como hogar y será seleccionado para pelear contra El Primero, el mejor torero de la historia.
Desde que comienza hasta que termina el film podemos observar que “Ferdinand” sigue al pie de la letra la fórmula establecida por el cine de animación. Si bien en su superficie no tuvimos una historia sobre un toro (más allá del corto de Disney que también está basado en el libro “El cuento de Ferdinando” al igual que la obra de Saldanha), en el fondo nos encontramos con la base de cualquier película que pudimos ver con anterioridad (incluso en algunas escenas podríamos hacer ciertos paralelismos con otros largometrajes). El personaje que no encaja dentro de su grupo, el regreso al lugar que le hacía mal, entre otras cuestiones que si las mencionamos revelarían parte de los giros del argumento. Esto provoca que el espectador sepa exactamente qué es lo que va a suceder en el relato a medida que éste avanza. No existe ninguna sorpresa o rumbo incierto que pueda tomar la cinta.
De todas maneras, y a pesar de que se atenga perfectamente a una estructura, el film nos ofrece una aventura divertida con graciosos gags que hará disfrutar a chicos y grandes. Pero no solo se queda en la superficie, sino que también roza el sentimentalismo, cuestionando el uso de los toros para el entretenimiento, mostrando el maltrato animal, aceptando y alentando a ser diferente de los demás y fomentando la competencia sana.
Con respecto a la animación, Blue Sky nos tiene acostumbrados a una gran calidad técnica que nuevamente se encuentra presente. Los personajes están bien diseñados y desarrollados, explotando más su parte física para conseguir risas. La fotografía expone colores fuertes y vívidos, sobre todo en la ambientación y en los distintos escenarios.
En cuanto a las voces, nos encontramos con un grupo variado e interesante de actores, donde no solo predominan los estadounidenses, sino que también buscaron españoles y latinos como Miguel Ángel Silvestre o Gina Rodriguez. El resto del elenco está compuesto por Kate McKinnon, el inglés David Tennant, Bobby Cannavale y John Cena.
En síntesis, en la superficie “Ferdinand” logra divertir y hacer reír a grandes y chicos, al mismo tiempo que aborda temáticas importantes y deja mensajes positivos, a partir de la exposición de personajes entrañables. Sin embargo, en una capa más profunda, nos damos cuenta de la constante repetición de fórmula y de su previsibilidad, sin conseguir aportarle nada nuevo al universo cinematográfico.