Filmado en varios países, Olvidalos y volverán por más expone los impactos sociales, económicos y ambientales de la megaminería como herramienta del neoliberalismo que explota, contamina y saquea.
De Argentina hasta Canadá:
afiche-olvidados-y-volveran-por-masCon un postura muy clara, el director argentino Juan Pablo Lepore –de la mano de la productora Colectivo Documental Semillas– presenta un trabajo que invita a reflexionar sobre las consecuencias de la megaminería en América. Bajo el canto de “Que se vayan todos”, ataca a todos los gobiernos por igual (sea el anterior, con Cristina Fernández como el actual, con Mauricio Macri) y pone en relevancia el papel tóxico y maligno que están ocupando las grandes corporaciones de la minería.
Considero que uno de mis (tantos) defectos es el de ser apolítico. Tengo un desinterés absoluto por el tema, y por eso no me logré enganchar con el activismo que propone este documental. Entiendo que, como medio audiovisual, es uno de los instrumentos más valiosos de construcción social, pero yo no pude simpatizar.
Desde lo ideológico no puedo opinar demasiado, pero sí sentí que Olvidalos y volverán por más insiste demasiado en mostrar a las empresas como entes diabólicos y nunca busca siquiera darles la palabra para que puedan brindar su postura o algún tipo de explicación. En ese sentido, el documental –con un estreno simultáneo en ambos extremos del continente: Buenos Aires y Montreal– es redundante a la hora de abordar la temática.
Durante dos horas (que se me hicieron eternas) hay más y más ejemplos sobre los efectos nocivos de la megaminería, y nunca se brindan más soluciones viables que el “tienen que irse todos de acá”.
A puro pulmón:
La productora se autofinancia y busca no atarse a ningún tipo de entidad (ni siquiera al INCAA) para poder mantener su libertad y autonomía. En este sentido, quienes se encuentran más interesados en este tipo de propuestas ambientalistas pueden leer la entrevista al director (en este link) que completamenta al largometraje.
En lo personal, no digo que lo que muestren sea falso, sólo que es una porción de la realidad. Desde lo técnico, se notó un trabajo sólido de montaje, entrevistas e investigación; sin embargo, algunas partes parecen hechas con Windows Movie Maker y dan muestra del presupuesto muy modesto con el que contó esta producción.
Conclusión:
Olvidalos y volverán por más va a tener un público muy definido y es un documental ácido donde ningún gobierno se salva. Valiéndose de un gran material de archivo, varias entrevistas a investigadores eruditos del tema e imágenes que recorren todo el continente, a mi parecer falla en dar vueltas demasiado sobre los mismos puntos, no mostrar nunca la otra cara (“al enemigo”) y ser demasiado tendencioso. Sin embargo, indudablemente representa un material movilizador y necesario para mostrar la otra cara de la moneda, una con la que uno no se tropieza si lo único que hace es leer ocasionalmente los diarios y ver las noticias del mediodía.
Sin dudas es un tema social muy contemporáneo que pone en relevancia cuestiones actuales: el tarifazo, el malestar social creciente, el efecto intenso de la megaminería y la mirada de nuestros políticos que mira hacia un costado.