Bellas fotos y chamanes
"Olvídame" propone un mundo fantástico no sólo por los hechos sobrenaturales que describe, ni tampoco debido a que toda la historia esté contada por un hechicero indígena, sino tambien porque cada detalle del arte no tiene nada que ver con el realismo. Los autos son estilizados igual que las situaciones en las que se encuentran los protagonistas. Esos autos vintage, la alucinante escenografía (con una mansión que es uno de los hallazgos del film) no tienen nada del mundo real, mientras los tours para promover el espiritismo del personaje de Gonzalo Echeverría o las sesiones de fotografías bondage al estilo Betty Page del personaje de Antonella Costa tambien resultan irreales y disparatados.
El espiritista también se dedica a seducir y asesinar mujeres que encuentra en esos tours lo que es toda una alerta sobre el flagelo de las sectas- y ella es una stripter autodestructiva con una insostenible y cruenta relación con un gangster que no deja de maltratarla. Lamentablemente la trama se desarrolla con demasiada lentitud como para poder generar real interés, aunque una vez que la película se concentra en los extraños rituales espiritistas y chamánicos, el film se vuelve más intenso. Sin duda este es el fuerte de una película con muy buenas imágenes, producto de un diseño de arte excepcional, pero con errático foco en los aspectos dramáticos.