Santiago Murray regresa a Buenos Aires tras diez años de ausencia. Ahora es sacerdote. Tras su larga estadía en Europa vuelve a su país con la intención de asistir a la gente necesitada del barrio en el que se crió. Patricio Branca es un psiquiatra que está atravesando una profunda crisis: cree que desde su lugar no logra ayudar a la gente que lo necesita. Para remediarlo, toma la decisión extrema de “limpiar” la sociedad, eliminando a todos aquellos que considera que deben morir. Clara Aguirre es la ex-novia del sacerdote. Trabaja en la fiscalía y está a cargo de la investigación de los asesinatos. Sus caminos se cruzarán cuando Patricio, aprovechándose del “sigilo sacramental” -la obligación de no manifestar jamás lo sabido por confesión- le cuente a Santiago acerca de los asesinatos que cometió. Sin poder contarle a nadie de los crímenes, pero sabiendo que su silencio podría significar la muerte de mucha más gente, Santiago se encontrará en una terrible encrucijada. Para no pecar por omisión, el sacerdote deberá hacer algo para detener a Patricio.