George Clooney tiene dos clases de films como realizador: comedias con un trasfondo político y dramas con un primer plano político. Es bueno, Clooney: sabe dirigir actores y en general narra bien. Este film es un poco ambas cosas: la historia real de un grupo de expertos en arte a quienes se encomienda salvar obras de las garras de los nazis en la Segunda Guerra Mundial. Y funciona muchas veces y otras, no. Pero cuando acierta, lo hace con alegría. Un pequeño recreo y un film -sí- original.