Dominika Egorova es reclutada contra su voluntad para convertirse en “gorrión”, una mujer seductora entrenada por el servicio de seguridad ruso. Dominika aprende a utilizar su cuerpo como arma, pero lucha por mantener su sentido de identidad durante el deshumanizador proceso de entrenamiento. Al encontrar su poder en un sistema injusto, Dominika emerge como una de las herramientas más eficaces del programa. Su primer objetivo es Nate Nash, un agente de la CIA que, por su lado, está encargado de infiltrarse en los altos mandos de la inteligencia rusa. Los dos agentes jóvenes caen en un espiral de atracción y decepción, que amenaza sus carreras, lealtades y la seguridad de ambos países.