Cálido mensaje navideño a partir de un imaginario árbol genealógico de Santa Claus
Cuando viene llegando la época de navidad, los que hace rato peinamos butacas sabemos de la avidez de Hollywood por explotar la fecha con la mayor cantidad de productos alusivos posibles, entre los cuales están las películas alegóricas al hombre del trineo que reparte regalos a los chicos de todo el mundo, a sola condición de haberse portado bien. Ya es incontable la cantidad de producciones que se han realizado sobre este tema, por ende cierto respetuoso escepticismo es normal.
Dos cosas están desde hace años instaladas en el inconsciente colectivo de los espectadores del mundo. Si es una producción estadounidense sobre la navidad que incluye a Papá Noel reúne dos requisitos excluyentes: ponderar el inmaculado espíritu navideño y terminar bien.
Respetando esta base habrá que ver como arreglárselas para ser original, mi amigo, porque hasta las oscuras “El Grinch” (2000) y “El Extraño Mundo de Jack” (2005) cumplían los dos preceptos con creces.
¿Cómo recibir “Operación regalo” entonces? Bien. Muy bien. Porque los guionistas Peter Baynham y Sarah Smith se tomaron el trabajo de escribir hasta reinventar (aunque sea un poco) el cuento que conocemos todos, meterse dentro de la familia de Santa Claus humanizarla, y dejar el mensaje navideño desde el pintoresco árbol genealógico que imaginaron.
Desde el punto de vista de las relaciones, la familia Claus (o Noel, o todos los etcéteras, según la región del mundo) no pasa por un buen momento. La “cámara” recorre un pasillo con retratos del linaje mostrando a los grandes gestores de mañanas felices en todos los chicos del planeta. A medida que el recorrido avanza se aprecia en los cuadros cierto deterioro en la impronta de cada cogeneración, hasta llegar a la actualidad con un Papá Noel que denota cierta actitud de desidia, con dos hijos: Arthur y Steve. El primero, un soñador torpe y enclenque, envuelto en la maroma de cartas escritas por los niños del planeta, dispuesto a responder una por una reivindicando la leyenda. El otro, es mucho más expeditivo, totalmente globalizado, ideológica y tecnológicamente hablando. Steve piensa la navidad como misiones que conjugan empresa y acción militar para entregar los regalos, aún si esto implique algún daño colateral como olvidar una entrega. En el margen de error menor a X, reside el éxito navideño.
Momento de establecer el sano conflicto.
Un accidente en la operación nocturna deja a una niña sin regalo, lo cual dispara el enfrentamiento ideológico entre hermanos. Steve piensa que se puede compensar con un delivery tardío (pero sin magia) del presente navideño. Para Arthur es inadmisible que un niño despierte un 25 de diciembre sin recibir nada. Mientras tanto, Papá Noel se debate entre lo senil y lo moderno, sin entender demasiado. El único que parece tenerla clara es el “Abuelo Noel”, quién a pesar de su avanzada edad tiende a seguir respetando la tradición; de modo que la cuestión se trata de cumplir con la niña yendo a contra reloj (a dos horas del amanecer).
Todo es atemperado por la Señora de Noel, quién parece tener el alma más noble de todas al darle el lugar a cada uno, y en claro que su marido es quién debe decidir cuál de sus hijos vestirá el traje de ahora en adelante.
El realizador con inteligencia desarrolla una aventura realmente entretenida para que el regalo olvidado llegue a destino, tratando de anteponer lo artesanal de la navidad por sobre la vorágine tecnológica que envuelve al planeta Tierra por estos días.
Los guionistas no dejaron nada al azar, por eso la historia transita con mucho humor esta comparación de épocas y generaciones, permitiéndose momentos de juegos de comedia realmente logrados.
”Operación regalo” funciona como una producción para toda la familia que no se queda en lo anecdótico, sino que deja un lugar a la reflexión. Parar un poco la pelota a fin de ver realmente cuáles son los valores de mantener la fantasía por el tiempo que sea necesario.
Los personajes logran una credibilidad notable gracias a los excelentes trabajos del doblaje (en lo que concierne al estreno en la Argentina), y una edición vertiginosa de John Carnochan y James Cooper, quienes se toman su tiempo cuando el guión demanda pausas necesarias para construir la relación entre los integrantes de la familia Claus.
Una realización ideal para llevar a los chicos, sobre todo si surgen preguntas que alimentan la leyenda. Es lindo como padres poder contribuir a esta complicidad por un rato. Déjese llevar. Ríase con ganas. La infancia no es la misma sin Papá Noel, y esta película aporta mucho en ese sentido.