Es cotidiano encontrar en el cine hollywoodense avances cinematográficos que distorsionan el contenido de las películas para venderlas mejor comercialmente.
Hace mucho que no surgía un caso tan claro donde el trailer convierte al trabajo de un director en un film completamente diferente al que después ves en el cine.
Si uno se deja llevar por los avances de Operación ultra parecería que se trata de una parodia nerd de las historias del agente Jason Bourne. En este caso combinada con las comedias de fumones como las que suele interpretar Seth Rogen.
Sin embargo, la historia resultó mucho más dramática de lo que se promocionaba en los trailers.
El verdadero film del director Nima Nourizadeh (El proyecto X) fusiona varios géneros en una entretenida película de acción donde sobresale la labor de sus dos protagonistas.
Me pareció muy interesante que el agente implacable del estilo Bourne en este caso es representado por un alfeñique fumón que no tiene recuerdos de sus habilidades físicas.
Jesse Eisenberg hizo un gran trabajo con la composición de este personaje y sorprende su desempeño en las secuencias de acción donde presenta una interpretación creíble.
Tal vez algún día Kristen Stewart logre quedar despegada por completo de la saga Crepúsculo que la hizo ver como una actriz fría y limitada.
En Operación ultra está excelente y a lo largo de la trama su personaje atraviesa un rango de emociones muy diferentes, donde queda claro que ella puede actuar cuando el papel le permite hacer algo interesante.
Ambos ya habían ya habían formado una buena dupla en Adventureland y acá volvieron a integrar un muy buen equipo en una propuesta diferente.
El director Nourizadeh, cuyo film anterior había sido una comedia con adolescentes, en este caso sorprendió con una película que presenta muy buenas secuencias de acción. Probablemente lo mejor de este estreno.
El punto débil de su trabajo pasa por el tratamiento del humor donde los diálogos parecen haber sido escritos para otra película y se contraponen con el tono dramático que tienen en general la trama.
Queda la sensación que el guionista Max Landis (Chronicle), hijo del director John Landis, intentó emular el trabajo del escritor Shane Black en Largo beso del adiós, que presentaba una propuesta muy similar, pero acá el humor no terminó de cerrar demasiado.
De todos modos, si bien la fusión de géneros en Operación ultra terminó siendo rara la película consigue brindar un entretenimiento decente.