Camino a la redención
Operación Zulu es un muy buen thriller francés, del director Jérôme Salle e inspirado en la novela homónima de Caryl Ferey. El inicio se da con una pareja de policías (Orlando Bloom y Forest Whitaker) que encuentra muerta a una joven adolescente blanca que lleva a una investigación. Lo que parece un asesinato aislado abre muchos interrogantes y una historia policial cargada de de intriga, con un trasfondo de drogas, secretos informáticos, intereses gubernamentales, violencia y denuncia social.
Operación Zulu en un filme duro y sangriento (impresionables abstenerse de verla) donde además de los demonios de la sociedad se ponen en juego los propios de nuestros policías protagonistas, en cuyas vidas conviven la infidelidad, problemas sentimentales y el alcoholismo. Son seres atormentados y solitarios, y se ven representados excepcionalmente por ambos actores. Nos muestran la contraposición natural que llevarían dos personas nacidas en lugares tan disímiles, pero que en definitiva no les imposibilita unirse y conseguir la redención.
Y otro de los protagonistas indiscutibles de este film es Sudáfrica, con sus contrastes económicos y problemas raciales, que se presenta con una estética más bien cálida y con contrastes luminosos para retratar la sociedad.
Se nota un elaborado trabajo de adaptación de la novela para llevarla al cine, de la mano de Jérôme Salle junto a Julien Rappeneau como co-autor. Llevaron a cabo una obra que de la forma en la cual está filmada, se asemeja a un documental sumamente real, saliendo del relato usual que abarcaría la investigación de un crimen.
Las historias de los secundarios también resultan interesantes, justamente porque son quienes permiten graficarnos los desniveles que se viven en esa sociedad.
Operación Zulu es una grata sorpresa que aparece esta semana en cartelera. Posiblemente su gran inconveniente sea la falta de publicidad para un producto tan efectivo y con dos actores de renombre. Son esas cuestiones que suceden a veces y jamás lograremos entender.