Los hombres que no amaban a las mujeres
Ópera prima del montajista colombiano Felipe Guerrero hecha en coproducción con Alemania, Argentina, Grecia y Holanda, Oscuro animal (2016) busca hacer memoria histórica sobre el calvario de la mujer en la Colombia colmada de machismo y fragor paramilitar.
A estos efectos sigue el trayecto paralelo y aislado de tres mujeres (Jocelyn Meneses, Marleyda Soto y Luisa Vides) que por diversos motivos se ven perseguidas o explotadas por bandos paramilitares en la jungla boricua. La primera asesina a su violador y se convierte en prófuga, la segunda es prostituida por un gigoló itinerante, la tercera adopta una niña huérfana luego de sobrevivir una emboscada en la ruta.
La intención del director es mostrar el suplicio de las mujeres de manera fáctica y descarnada, sin embelesar la cinta con diálogo (la película es básicamente muda), personajes (nadie lleva nombre ni esboza otra personalidad que la circunstancial), ritmo (las escenas se suceden lentamente) o construir sentido a través del montaje. Oscuro animal posee la parquedad de un documental sobre un tema tan urgente que más vale sacarlo a colación antes que preocuparse sobre cómo hacer una película interesante al respecto.
Ése es el fundamental problema de Oscuro animal: cualquier momento elegido al azar no es muy distinto a cualquier otro momento. El film no crece ni evoluciona ni desarrolla su temática más allá del shock de las escenas iniciales que corresponden al trayecto de cada mujer (es más apto hablar de trayecto que historia). A partir de ahí el film va rotando prolijamente de una en una, repitiendo la misma escena de gente caminando por la jungla sin dirección o propósito.
Lo que ha hecho Felipe Guerrero es dedicar un film al servicio de una causa noble y apremiante, eligiendo mostrar el peligro inmediato al que están sujetas las mujeres en Colombia sin ofrecer mayor contexto que una jungla poblada de brutos chauvinistas (efectivo retrato). En principio chocante, no se ha aprovechado del todo el medio que ha sido elegido para enviar el mensaje, y Oscuro animal termina sintiéndose divagante y repetitiva.