Existen muchas películas que salen de la mente de un guionista, productor o director, de adaptaciones literarias o videojuegos, pero otras también están basadas en hechos reales, haciendo honor al dicho ‘muchas veces la realidad supera a la ficción’. Dentro de este grupo se encuentra una propuesta tan extraña como atractiva y delirante, que desde que se anunció nos llamó la atención y gran parte de la audiencia esperaba por su estreno.
Se trata de «Oso Intoxicado» («Cocaine Bear» en su idioma original), dirigida por Elizabeth Banks («Pitch Perfect 2», «Charlie’s Angels»), que se basa en una historia totalmente increíble: un oso negro se vuelve loco luego de ingerir cocaína sin querer, que cayó del avión de un narcotraficante. En su camino se encontrará con un grupo variopinto formado por turistas que están conociendo el lugar, adolescentes que se escapan de la escuela para pasar el rato, delincuentes que están buscando el cargamento y policías que los persiguen.
El film cumple, entretiene y nos hace pasar un buen rato, pero tampoco nos deslumbra. Por un lado, tenemos una historia bastante sencilla, que si bien desarrolla a sus personajes, porque cada uno de ellos tiene algún conflicto personal que va a ir resolviendo a lo largo del film, lo central es ver cómo el oso va destruyendo todo lo que encuentra en el camino con el objetivo de seguir consumiendo droga. En ese sentido tenemos buenas escenas de acción y combate uno a uno, donde de forma creativa y sangrienta algunos personajes presentan un triste desenlace y otros logran salir ilesos del asunto. Pero tampoco es lo osado y gore que uno podría esperar de una premisa de este estilo, donde todo parecía permitido.
El tono de la película mezcla el suspenso, la acción y el humor negro para desarrollar la historia, equilibrando de buena manera estos tres géneros sin que nada se sienta forzado o innecesario.
Tenemos una buena actuación por parte del elenco, con algunas personalidades conocidas como el ya fallecido Ray Liotta, Keri Russell, Alden Ehrenreich, Brooklyn Prince, Margo Martindale y Jesse Taylor Ferguson, entre otros, que hacen un buen trabajo para demostrar desesperación frente a la situación, como también obstinación para cumplir con la misión que cada uno se propone: conseguir la droga, salvar a una hija o atrapar a los delincuentes.
Con respecto a los aspectos técnicos, tenemos unos efectos visuales logrados que hacen que el oso parezca bastante real en su construcción y en sus movimientos. El CGI no molesta, sino que está bien utilizado. La ambientación del bosque también consigue darnos esa sensación de desamparo y que todos los personajes están en peligro.
En síntesis, «Oso Intoxicado» es una película que divierte, impacta y sorprende pero que también nos deja con un poco más de ganas de haber visto algo todavía más espectacular. Un film que prometía delirio y salvajismo pero se queda a mitad de camino.