Gracias a un concurso radial, una chica obtiene cuatro días de vacaciones en Ostende, provincia de Buenos Aires, en un enorme hotel. No es temporada y ella llega sola al lugar. Su novio se le sumará unos días más tarde. En la playa hay sol pero demasiado viento; y un bar no muy sofisticado atendido por un mozo charlatán. En este ambiente sin obligaciones y sin grandes atractivos más allá de la cercanía de una playa ventosa y un mar no demasiado tentador, la chica empieza a prestar –tal vez excesiva, tal vez insuficiente– atención a ciertas extrañas actitudes de un hombre viejo acompañado por dos mujeres jóvenes.