En esta ocasión no se trata de un film situado directamente en la problemática de la violencia de género como en Salsipuedes, aunque el retrato de la maternidad que ofrece Luque dista de ser vindicatorio de ese rol asignado a la mujer y también sugiere otra forma de violencia. La cotidianidad de una madre joven y divorciada de clase media trabajadora, que vive con su hija en la casa de su madre, tiene pasajes amables y otros tristes. Luque presta atención a las obligaciones y a los deseos, e incluso hasta llega a viajar en el tiempo para espiar el futuro de su protagonista. Una mujer es siempre mucho más que una madre.