El terror es quizás el género más explotado en la actual industria cinematográfica. Un aprovechamiento que ha traído productos tan interesantes como olvidables. Lo seguro es que esta constante producción de películas ha dado lugar a un florecimiento de diferentes subgéneros y movimientos que, independientemente de estas distinciones, se ven unidos por el antes y el después que marcó The Exorcist. Aquel innovador film dirigido por William Friedkin sentó una fórmula, un tono y un nuevo imaginario para el deleite masoquista del espectador. Ouija: Origin of Evil se declara, sin lugar a dudas, como la seguidora más fiel del film de 1973 y, aunque no está lejos, su nivel logra desligarse aunque sea un poco de las recetas convencionales.