Espejismos
En los tiempos cinematográficos en que vivimos, tenerle piedad a una película porque brinda buenos mensajes familiares y porque homenajea al cine clásico con algún artefacto técnico en una secuencia de 20 minutos, sería una falta de criterio y sinceridad para con los espectadores. "Oz, el poderoso", es un producto bastante básico que no le llega ni a los talones a "El mago de Oz" de 1939 de Victor Fleming, y no lo digo porque sea de esos que idolatran todo lo clásico sólo porque es clásico, sino que lo digo porque la falta de creatividad en el guión y la carencia de buen gusto se hicieron presentes en la mayor parte del film que dirige en esta ocasión Sam Raimi (trilogía de Spider-Man). La historia comienza bastante bien, interesando al espectador y preparándolo para perderse en el fantástico mundo de Oz, pero desde el momento en que el personaje protagónico, interpretado por James Franco, arriba al lugar y se encuentra con Theodora, la bruja del oeste interpretada por Mila Kunis, todo empieza a desmoronarse progresivamente. Muchos acontecimientos de importancia para la trama se suceden con una liviandad e inverosimilitud que desconectan al público con lo que está por suceder. Sí, es una película predecible, pero eso no quiere decir que no pueda ser inteligente en la forma de llegar a los desenlaces que ya sabemos van a suceder. En "Oz, el poderoso" se da una cuestión muy puntual que evidencia la falta de calidad narrativa, esto es, el hecho de que la película tiene una duración de 130 minutos que no son aprovechados para detallar los acontecimientos y darle credibilidad a los personajes, sino que se termina perdiendo el tiempo en secuencias de poca importancia y tiempos muertos cubiertos con efectos especiales que son tan engañosos como los espejismos. Por ejemplo, que la bruja del oeste se enamore perdidamente del mago recién llegado con la poca interacción que tienen en pantalla, es muy poco creíble. El paso al lado oscuro de la bruja por decepción amorosa, también es muy poco creíble. Gran parte de esto es culpa por supuesto del director y de los guionistas, pero también esta vez debo achacarle parte de la responsabilidad a la actriz Mila Kunis que interpreta el rol... Mila... te adoramos, pero en esta ocasión estuviste pésima y sobre actuada. El maquillaje no ayudó, pero la composición artificiosa del personaje fue lo peor. Las otras brujas en general estuvieron bien, sobre todo Michelle Williams que fue la que más me vendió el rol y me interesó seguir.
Es una lástima, pero este nuevo producto de Disney sólo le agradará a los niños por el despliegue de color y personajes infantiles, y a los fanáticos de la fantasía que valoran una buena creación digital por encima de una historia con substancia. Para mí, una decepción que espero se corrija en la secuela, que ya fue anunciada por los estudios.