Amante y testigo
“Pablo Escobar: La Traición” (Loving Pablo, 2017) es una película biográfica dirigida y escrita por Fernando León de Aranoa. Coproducida entre España y Bulgaria, la cinta está basada en el libro “Amando a Pablo, odiando a Escobar” de la periodista colombiana Virginia Vallejo, que en el filme es interpretada por Penélope Cruz. Completan el reparto Javier Bardem (que también es el productor), Peter Sarsgaard (An Education, Lovelace), Julieth Restrepo, Óscar Jaenada (Luis Miguel La Serie), Fredy Yate, entre otros. Fue presentada por fuera de la competencia en el Festival de Cine de Venecia y luego pasó por el Festival Internacional de Cine de Toronto (TIFF).
Desde la perspectiva de la famosa conductora de televisión Virginia Vallejo (Penélope Cruz), primera periodista en entrevistar a Pablo Emilio Escobar Gaviria (Javier Bardem) en enero de 1983, conoceremos cómo el narcotraficante se manejaba ante sus aliados y decidía el destino fatal de sus enemigos. Al ser su amante, Virginia no tuvo en cuenta que esa relación luego podría costarle hasta su propia vida.
Sobre la figura de Pablo Escobar ya tenemos una gran diversidad de documentales, series, siendo la más reconocida “Narcos”, y películas. Teniendo en cuenta esto, para los que ya conocen la historia de su carrera en el crimen organizado el filme no conseguirá aportar nada nuevo. No obstante, la cinta servirá para el que no está interiorizado en el tema, ya que de una manera muy entretenida combinada con escenas demasiado truculentas se podrá conocer cómo se manejaba Escobar en el día a día.
El mayor problema de “Pablo Escobar: La Traición” radica en el idioma. Ver a habitantes de Colombia hablando en inglés con un toque paisa e insultos en español le saca verosimilitud al relato; esto es aún más notorio al tener a personajes de la DEA (Administración para el Control de Drogas) norteamericana que se comunican con su lengua predilecta, lo cuál sí luce natural. Además, la interpretación de Penélope Cruz la mayor parte del tiempo luce sobreactuada: tanto por sus movimientos como por sus expresiones, resulta difícil tomársela en serio cuando está en una situación límite o se siente feliz. Virginia no es un personaje con el que sea fácil empatizar debido a que de inmediato captamos que la mujer sabía de dónde conseguía el dinero Escobar sin embargo no le importaba y prefería quedarse a su lado. Por lo tanto, la conexión del espectador con la periodista será nula en casi toda la trama.
Javier Bardem es el que logra lucirse como Escobar, un hombre que solo con verlo de lejos ya sabemos que es mejor tomar otro camino. Ya sea por su aspecto físico (cabello negro ondulado y una gran panza) como por su personalidad, el actor una vez más da cuenta de su gran versatilidad para encarnar todo tipo de roles. Verlo entrar en la política, planear el ingreso de cocaína a Estados Unidos o contratar a jóvenes sicarios demuestra cómo en su forma de ver las cosas no existían los límites.
“Pablo Escobar: La Traición” termina convirtiéndose en una cinta pasable que se disfruta bastante, con excepción de su último tramo que está innecesariamente alargado. El atractivo está en el jefe del Cartel de Medellín, que vive siendo cruel o diciendo mentiras para salvarse, pero que a la vez se preocupa por su familia y, de vez en cuando, piensa en hacer el bien construyendo casas para los marginados de las villas.