Amo y señor
Aunque cueste creerlo Pablo Escobar y Winston Churchill tienen algo en común: las exhaustivas interpretaciones en películas y series que han tenido en los últimos años.
Al capo del Cartel de Medellin ya se lo vio en las exitosas series: Escobar, el patrón del mal (2012) y las primeras dos temporadas de Narcos (2015-2016), así como también en la correcta película Escobar, paraíso perdido (Escobar: Paradise Lost, 2014), entre otras. Ahora en la “Escobar Exploitation” le toca el turno a Pablo Escobar: la traición (Loving Pablo, 2018), protagonizada por el matrimonio español Javier Bardem / Penélope Cruz y dirigida por León de Aranoa.
En esta ocasión se le busca dar una mirada diferente al contar la historia desde el punto de vida de la periodista y ex amante de Escobar Virginia Vallejo (Penélope Cruz). Sin embargo, ni siquiera esta vuelta de tuerca logra tapar todos los fallos de la película.
En primer lugar hay que destacar la actuación de Bardem como Pablo Escobar al lograr una interpretación cargada de magnetismo y crueldad por igual propia del personaje, pero no se puede decir lo mismo de Penélope Cruz quien sobreactúa su papel llegando al absurdo, lo que no permite que exista una química entre ambos personajes, algo curioso teniendo en cuenta que los actores son pareja en la vida real.
Tampoco ayudan los recursos artísticos elegidos por el director como la elección de que los personajes, que son colombianos se expresen en un inglés muy forzado (solo con algunas expresiones en español) mientras que los personajes que los rodean si hablan en su mayoría con el acento original, generando un raro collage idiomático.
La película pretende abarcar la historia de la subida definitiva a la cima de Escobar como el capo de la droga, sus acciones para mantenerse en lo más alto y los detalles que llevaron a su caída final, cada acto intentado contar con la mayor verisímiles posible. Sin embargo, en su conjunto la película se queda en mitad de camino y no logra aportar nada nuevo a este personaje que ya ah sido explotado hasta el cansancio.