La vida del narcotraficante colombiano Pablo Escobar fue sumamente intensa, formándose como un personaje para la historia. Sus actividades delictivas, su ayuda a los sectores vulnerables y su incursión política crearon una historia que fue explotada hasta el hartazgo para crear múltiples productos de entretenimiento. Hay series, libros, documentales y películas donde se cuentan diversas aristas de su vida. Fernando León de Aranoa aporta su grano de arena con “Pablo Escobar: la traición”, adaptando un libro de Virginia Vallejo, la amante del narcotraficante.
Javier Bardem encarna a Pablo Escobar, mientras que Penélope Cruz se pone en la piel de la periodista Virginia Vallejo, la mujer que seleccionó Escobar para hacer que ella contase, en un futuro, toda su historia. Es posible observar, entonces, cómo nace Pablo Escobar como figura y cómo es asesinado, siempre con foco en la relación amorosa de la que estas dos personas formaban parte.
El guión es sumamente sólido y desde el comienzo se nos avisa que, si bien se basa en hechos reales y en el libro de Vallejo, se ficcionalizaron hechos en pos del film y, sin dudas, fue una gran decisión. Las dos horas de duración permiten un adecuado desarrollo de la trama, acompañado de una banda sonora en consonancia con las diferentes escenas del largometraje.
Si bien Penélope Cruz se desenvuelve de forma excelente -aunque nadie duda de su capacidad, dada su prolífica carrera como actriz-, es Javier Bardem quien merece el reconocimiento en esta película. Entregó su físico al personaje, transformándolo para este papel y, además, su actuación es brillante. Sin dudas, este Pablo Escobar es uno para el recuerdo.
“Pablo Escobar: la traición” es una gran película donde podemos observar la vida del narcotraficante, añadiéndole quizás un lado que no mucha gente sabía: quién es Virginia Vallejo y cómo influyó en su vida. Una gran Cruz, pero un mejor Bardem, quien nos entrega una de sus mejores actuaciones bajo la dirección de Aranoa.