Pablo Escobar: La traición, cuenta con un grave problema: ya sabemos demasiado y estamos muy informados sobre este nefasto (pero muy interesante) personaje.
En los últimos años hubo un par de películas y series de televisión que retrataron su vida. Y fue justamente en la pantalla chica, donde estuvieron los mejores trabajos.
Tanto El Patrón del Mal (Caracol Televisión - Colombia), y las dos primeras temporadas de Narcos (Netflix), contaron de manera puntillosa y detallada, lo que en esta película vemos muy resumido.
Es una obviedad por una cuestión de duración, pero hiere a la experiencia.
Distinto es el caso si el espectador no ha visto ninguna de las series mencionadas.
El director español Fernando León de Aranoa y su equipo, hicieron un buen trabajo para concatenar en dos horas el ascenso y caída de Escobar.
No hay dudas de que la película cumple. Pero me da la sensación de que le falta peso y gravedad en la historia.
Es una elección sin dudas, al centrarse más en la relación de El Patrón con la periodista Virginia Vallejo.
Aquí la dupla está compuesta por Javier Bardem y Penélope Cruz, dos gigantes de la actuación, que también son pareja en la vida real.
Ese es un agregado que las otras producciones no pudieron gozar.
Pero, sin embargo, no alcanza. La película se queda un tanto corta y se percibe desalmada.
La producción y puesta está muy bien, pero son cosas que ya vimos…
En definitiva, si esta cinta se hubiese hecho hace unos cinco años, la percepción sería otra. Pero llegó en un tiempo con mucha saturación sobre este personaje.
Pablo Escobar: La traición es una buena película, pero pierde por su competencia, y por la elección de centrarse demasiado en ese romance.