El mundo de la mafia aparece reflejado en este retrato de Whitey Bulger, el criminal más peligroso de Boston en los años setenta. El film cuenta con una magnífica composición y transformación física de Johnny Depp.
"Todos necesitamos amigos, incluso a Jimmy" asegura uno de los personajes de esta película que muestra la brutalidad del mundo de la mafia liderado por Whitey Bulger -Johnny Depp-, hermano de un senador norteamericano, y reconocido como el criminal violento más famoso en la historia del sur de Boston.
Con la dirección de Scott Cooper -Loco corazón, La ley del más fuerte-, la película basada en el best seller ganador del Pullitzer, Black Mass, de los periodistas Dick Lehr y Gerard O'Neill, es un fiel retrato del hampón que fue padre de familia y no dudó en apretar el gatillo cuando la situación lo podía comprometer.
La trama sigue los pasos de este líder violento que se ve empujado a aceptar un pacto con el FBI como informante cuando los hijos de la Cosa Nostra empiezan a ganar terreno criminal y todos corren peligro. Entre locales nocturnos donde la violencia es moneda corriente y cadáveres sepulados debajo de un puente, aparece un cálido ambiente familiar con tragedia incluida.
Con la frase "Si nadie lo ve, no pasó" que el mismo Whitey se encarga de grabar a fuego en la cabeza de su pequeño hijo, el relato equilibra de manera sólida la información que manejan los personajes, los ajustes de cuentas y los estallidos de violencia de Whitey cuyo accionar llega a Miami, entre charcos de sangre y música disco. Párrafo aparte para la recreación de época y vestuario, y la utilización de la banda sonora que potencia las escenas de mayor tensión.
La película cuenta además con un sólido elenco: Joel Edgerton -El Gran Gatsby- como el agente del FBI, John Connolly? Benedict Cumberbatch -El Código Enigma- en el papel de Billy Bulger, el hermano de Whitey? Jesse Plemons como el socio del crimen y Kevin Bacon, en la piel de otro agente del FBI.
La magnífica composición y transformación física de Johnny Depp lo aleja de sus estrafalarias y exitosas creaciones festejadas por el público y lo convierten aquí en un enemigo implacable, decidido y cotidianamente monstruoso.