Con la mafia no se juega
"Pacto criminal" narra la vida de Jimmy “Whitey” Bulger (Jonhhy Depp), un mafioso de poca monta que, por ayudar al FBI a cazar a su competencia en los suburbios de Boston, vio su negocio crecer económicamente. Grandes actuaciones y un buen guión.
La oscuridad tiene colores que en las sombras no se ven, pero están. Del mismo modo, la corrupción, la ilegalidad y las instituciones pueden ser más o menos malévolos según de qué punto se vea, cuánta luz penetre. “Pacto criminal” narra la vida de Jimmy “Whitey” Bulger (Jonhhy Depp), un mafioso de poca monta que, por ayudar al FBI a cazar a su competencia en los suburbios de Boston, vio su negocio crecer económicamente, pero, por sobre todas las cosas, avanzar sin disturbios (y muchos asesinatos) gracias a la protección de la institución.
Todo se debió al agente John Connolly (Joel Edgerton), un amigo de la infancia de Jimmy y su hermano y senador Billy (Benedict Cumberbatch), le pidió ayuda al mafioso para atrapar a un pez gordo. Lo que Connolly, por lealtad y cariño, no se imaginaba es que de esta manera dejaría a manos de Jimmy el imperio del mal en Boston.
La historia de un soplón que no reconoció que fue soplón, podríamos resumir la trama, ya que para el protagonista no existía pecado más imperdonable que delatar a alguien. Sin embargo, así creo el monopolio de su asociación ilícita y sin culpa lo sostuvo hasta que pudo.
“El problema no es que lo golpeaste, el problema es que te vieron. No se trata de qué o a quién le hagas algo, sino de que no te vean hacerlo”, es el gran consejo de vida que le da Jimmy a su hijo por un problema que tuvo en la escuela. Hombre criado en las calles, sin felicidad aparente, el único vestigio de amor en su alma es la capacidad de proteger a su madre y su hijo, aunque no deja de significar una jerarquía de poder más que un momento de bondad. “Pacto criminal” es una película hecha a la medida de Depp, el que más se destaca, con su performance y modificación corporal. Jimmy siembra el terror en la pantalla y a través de ella, con sus ojos celestes casi vampirescos, su rol de asesino y soberbia obsesión por controlar los negocios en el lugar en el que vive. Grandes actuaciones y un buen guión, que se agarra demasiado fuerte de los hechos cuando se trata del entorno, pero curiosamente más real (siendo lo más ficcionado) cuando se retrata a Bulger.