La primera "Paddington" sorprendió. Para los amantes de los números, costó unos 55 millones de dólares y recaudó globalmente, arriba de 250. Era previsible que se viniera una secuela. Lo cual, a priori, me generaba dudas en cuanto a su calidad. "Paddington" era un film familiar, sensible, profundo y con un sentido estético pocas veces visto en el género.
Digamos que el listón era bastante alto, y pensar una historia atractiva para continuar y establecer la franquicia, se mostraba como un desafío de fuste. Sin embargo, el director Paul King se animó a escribir un capítulo 2 de las aventuras del oso adoptado por una familia londinense y sólo quedó entonces armar un cast a la altura de las circunstancias.
Los mejores actores británicos forman parte del proyecto. Encontraremos desde actuaciones tiernas y simpáticas (Brian Gleeson, Sally Hawkins, Hugh Grant son los puntos más altos, sin dudas) hasta un standard de animación que derrocha creatividad, "Paddington 2", se ofrece como un producto de calidad que consolida la historia del protagonista, ofreciendo a su público, una aventura divertida dentro del habitual marco inglés, que caracteriza el tono del personaje.
En esta oportunidad, ya sabemos que Paddington vive muy bien en la casa de los Brown en Windsor Gardens.
Está muy integrado a la familia (aunque algunos vecinos lo miran con recelo) y realiza sus rondas tratando de insertarse laboralmente. El está decidido a enviarle un regalo a su tía Lucy en su centésimo cumpleaños, y por esas cosas del destino, da con un libro que podría ser el regalo perfecto.
Ese increíble ejemplar, es una de esas obras que cuando las páginas se pasan, se va armando un escenario 3 D que muestra un mapa vivo de los lugares más emblemáticos de Londres.
Porque acordemos, acá Paddington brilla porque muestra mucho de una de las capitales más importantes del mundo.
El osito decíamos se enamorará de dicho libro y ahorrará para comprarlo y regalarlo. Sin embargo, alguien más dará cuenta del mismo, y lo robará porque podría ser una guía para descubrir un tesoro inconmensurable que podría ser la salvación para alquien que tiene problemas económicos. Paddington hace todo bien. Hasta cuando le sale mal.
Es un personaje encantador y el entorno en el cual lo ubican le da al film una textura maravillosa. Es un cinta familiar, pero ofrece una buen historia, con excelentes intérpretes y un desarrollo luminoso (toda la secuencia de la prisión es increíble, de principio a fin). Hasta ahora, es el mejor film animado del año (si, ví "Coco" y Paddington 2 es superior, créanme). No deberían perderselo.