Es una historia súper tierna de principio a fin, encantadora, que en todo momento te llega al corazón, aquí el director Paul King le pone un toque bien familiar, haciéndola dulce, divertida, con momentos increíbles, como cuando Paddington (voz original es de Ben Whishaw, pero en Argentina está doblada por Nico Vázquez), intenta trabajar en una barbería, o limpiando vidrios, su único objetivo es cumplirle un deseo a su tía Lucy (Imelda Staunton) quien lo crió, y es que pueda conocer Londres.
Tras un mal entendido es acusado de robo y lo llevan a prisión, termina tras las rejas, su familia cree en él y harán todo lo posible para que lo liberen, sus padres adoptivos Mary (Sally Hawkins) y Henry Brown (Hugh Bonneville), junto al resto de la familia Judy y Jonathan (Madeleine Harris y Samuel Joslin), y la Sra. Bird (Julie Walters) todos buscan pruebas para conseguir su libertad y limpiar su buen nombre.
Además dentro del elenco secundario se encuentra: Gruber ( Jim Broadbent ), el coleccionista de objetos valiosos, el juez interpretado por Tom Conti, los personajes de la cárcel: Brendan Gleeson, Noah Taylor, Aaron Neil, Tom Davis y como villano Hugh Grant con personajes multifacéticos, todos se lucen.
La cinta te deja varios mensajes, en distintos momentos te trasmite una gran emoción, goza de una gran estética, cuenta con la banda sonora del excelente compositor italiano Dario Marianelli (“Anna Karenina”). Dentro de los créditos finales hay una escena final maravillosa.