Con vuelo propio
Diego Capusotto y Luis Luque, dos delirantes que se embarcan en una aventura interestelar.
José (Diego Capusotto) vive en Buenos Aires con su padre (Atilio Pozzobón), con quien no tiene una buena relación. Él es músico, pero se mantiene con las ganancias que le da su remisería, y cuando puede toca con su banda en algún pub. Y allí, sobre el escenario, siente nostalgia de la época en que lo acompañaba su primo Miguel (Luis Luque): despues de todo, con él había logrado cierto éxito con el tema "Pájaros volando", de su banda Dientes de limón.
Después de mucho tiempo sin verse, Miguel -que vive en Las Pircas, un pueblito en las sierras cordobesas- visita a su primo en la ciudad y lo invita a que se vaya con él y abandone los trajines de la ciudad. Con su guitarra a cuestas, José llegará a este lugar donde se preparará para completar el grupo de elegidos por los extraterrestres para realizar un viaje interplanetario.
Pájaros volando repite la dupla de protagonistas de Soy tu aventura (2003), y como en ese entonces, la historia vuelva a parodiar la idiosincrasia nacional. Una idiosincrasia que se dibuja en un pueblo movilizado, en aquella oportunidad por el secuestro del cantante Luis Aguilé, ahora por una suerte de competencia absurda por quien viaja a otra galaxia a enseñarle música a los extraterrestres.
La vida en aquella comunidad serrana, los distintos personajes que allí habitan, y sus ambiciones y delirios, hacen de la película un retrato exagerado, pero no menos cierto de nuestra identidad. Así, el guión establece un guiño cómplice con el espectador, apoyado en la relación cariñosa y de necesidad que se va forjando entre los dos primos protagonistas, quienes en su momento se habían distanciado por diferencias en la banda que habían fundado. Una sucesión de situaciones cómicas bien actuadas, con un elenco secundario que acompaña con mucho oficio.
Momentos desopilantes son también los que brindan las apariciones de figuras populares como Antonio Cafiero, Víctor Hugo Morales, Juan Carlos Mesa, Norberto "Ruso" Verea, Miguel Cantilo y Claudia Puyó. Del mismo modo, cabe destacar los muy bien logrados efectos especiales y el despliegue visual, que denota un buen trabajo de producción y le otorga al film cierta calidad técnica.
Hippies, platos voladores, rock y cameos varios hacen de esta película, dirigida por Néstor Montalbano, una comedia bien argentina y sumamente divertida.