Si es fanático del humor de Alfredo Casero, Diego Capusotto y Fabio Alberti es porque de algún modo le gusta el humor de Néstor Montalbano. Este humor bizarro mantiene de todos modos la estructura del cine narrativo. No es que se ande buscando el surrealismo, sino más bien parodiar(nos).
José (Diego Capusotto) es un hombre frustrado y patético – su banda de rock toca en los peores tugurios, trabaja medio día como recepcionista de una remisería y su padre consigue mujeres jóvenes y bellas mientras él es como un adolescente de 40 años. Hasta que llega su primo Miguel (Luis Luque), un hippie detenido en la época del sexo libre y las drogas, y le propone viajar con él a Las Pircas, en el sur, para poder ser abducido por los extraterrestres. José viaja, obviamente, y allí no parará de encontrarse con personajes delirantes, interpretados por figuras de la cultura popular argentina (el ‘ruso’ Verea, Juan Carlos Mesa, Antonio Cafiero, Miguel Cantilo, Claudia Puyó, entre otros).
El mayor conflicto es que hay dos músicos candidatos y por tanto hay que convencer a los extraterrestres cuál de ellos es más merecedor de la abducción. Tomás (Diego Dreizik- guionista del film) propone a un músico peruano. Miguel propone a su primo, con el que compartió en la banda ‘Dientes de limón’ el hit de los ’80 “Pájaros volando”. La competencia será desleal y desopilante.
Un film que sin tomarse nada muy en serio, está hecho con un humor inteligente, con un trasfondo de crítica social, al mejor estilo del programa televisivo del protagonista.