Voces en silencio
La realizadora Andrea Schellemberg vuelve al tema central de sus producciones, los derechos humanos; ya había abordado esta temática con el corto La Formación, perteneciente a D-Humanos (2011), y en el largometraje Santa Lucía (2012). Con Palabras Pendientes (2016) centra su enfoque en la enseñanza de los derechos humanos en el colegio militar.
El pensamiento reflexivo que surge obligatoriamente es: ¿Cómo lograr que en un colegio militar donde temas como la dictadura militar, el robo de bebés y la desaparición forzada de personas no son expresados en voz alta (ni baja), pueda enseñarse sobre la importancia de los derechos humanos? No es una tarea fácil la que lleva a cabo la directora, y es en ese no decir, en lo que no puede ni quiere expresarse, donde el documental consigue efectivamente lo que se propone: dar cuenta que aún en la actualidad queda mucho por decir, mucha verdad que necesita ser descubierta, ser enunciada.
El contexto nos sumerge en un colegio militar, a partir de que en el año 2008 la Ministra de Defensa, Nilda Garré, introduce cambios en los programas de educación de las escuelas militares, teniendo como objetivo la concientización de los alumnos, sobre un pasado que aún late en el presente y del cual muchos de ellos nada saben.
Sin ir más lejos, los testimonios de profesores, autoridades y de los propios estudiantes afirman que muchos de ellos no están al tanto de los aberrantes hechos ocurridos en el transcurso de la dictadura. Incluso los padres y abuelos de muchos de ellos todavía son cuestionados por la justicia y, por supuesto, otros tantos de esos jóvenes no habían nacido cuando ocurrieron los crímenes de lesa humanidad.
Con el fin de mostrar la dinámica de esas clases, la directora nos vuelve testigos del entrenamiento militar que reciben y de las clases a las que asisten y los exámenes que deben rendir para lograr el título deseado. Llama la atención la poderosa ignorancia con que muchos de los alumnos se enfrentan al tema de los derechos humanos, y se aprecia un nivel de exigencia básico a la hora de instruir y evaluar sobre el tema en cuestión. Esto queda expresado en una frase en voz en off de Schellemberg al decir “se dan clases, pero no todos los teman llegan al aula”.
Con un trabajo preciso y correcto en los rubros técnicos, la cámara y fotografía, así como el sonido se imponen con una cuidada calidad, la investigación llevada a cabo nos interioriza en un mundo no tan conocido, donde la rigidez (edílica y humana) denota que el pasado vive allí, y que posible y lamentablemente, quede cautivo por mucho tiempo más.