En la actualidad existe un consenso general sobre lo que ocurrió en la última dictadura militar, sobre todo con las graves violaciones a los derechos humanos… ¿Cómo se lee este acontecimiento desde la coyuntura política actual? ¿Hacia dónde se dirige este proceso de revisión histórica?
En el año 2008, como parte de la nueva política de derechos, el Ministerio de Defensa firmó una resolución para cambiar los programas de estudio en los Institutos Militares. El fin fue transformar la construcción cultural e ideológica de una institución signada por los golpes de Estado y los delitos de lesa humanidad. El documental realiza un seguimiento del dictado de las clases de Derechos Humanos en el Colegio Militar de la Nación. Dirigido y guionado por Andrea Schellemberg, el film está construido bajo las preguntas de la misma, quien se pone en el papel de espectador durante todo un ciclo lectivo en el dictado de las clases que reciben los alumnos que pronto obtendrán la graduación militar.
Un viaje entre el exilio y la memoria, particularmente hace hincapié en los vínculos, lejos de negar o invisibilizar, sino abocando a la controversia de los sucesos de la última dictadura militar en relación a la formación académica militar, donde podemos percibir el ángulo del documental, que es una toma de consciencia de lo que establece la institución y la influencia de esos hechos, un hilo delgado entre el ser y el deber bajo ciertas circunstancias del mismo, por la magnitud de entidad que posee o en este caso que poseerá el futuro miliciano.
“Cada uno puede interiorizarse, pero no está dentro de la currícula”, dice un estudiante. El liceo militar forma en cuanto tácticas, estrategias, combates y da un marco general de conflictos regulares, simétricos, que no tiene que ver con la simetría con el terrorismo, sino con combates irregulares. Ahí es donde la documentalista trata de crear la correlación de lo mencionado anteriormente, para que a futuro esta nueva generación de soldados del siglo XXI puedan desenvolverse conscientemente en su actividad. Y así lo hace introduciéndose en una institución que no le gusta ser observada, ni cuestionada, para indagar en las contradicciones que surgen.
Si bien el concepto que se toca está correctamente planteado, no genera un atrape en cuanto al modo de su desmenuzamiento sobre la temática.
“Palabras Pendientes” aborda la importancia de que el personal militar tenga conocimientos sobre los derechos humanos ¿por qué? para que no vuelva a suceder lo que pasó anteriormente… un documental de conciencia.