El rey llegó para quedarse
Tras los acontecimientos de Capitán América: Civil War (2016), T’Challa (Chadwick Boseman) vuelve a Wakanda -una nación africana avanzada tecnológicamente pero escondida del mundo– a heredar el trono. Sin embargo, viejos enemigos reaparecen para enfrentar al Rey y probar al mismo T’Challa si está listo de asumir la responsabilidad, mientras un conflicto interno pondrá en peligro a Wakanda y su relación con el resto del mundo.
Después de jugarse con Tiaka Waititi y una versión muy diferente y peculiar de Thor con relación a mundo de los cómics (Thor: Ragnarok /2017), Pantera Negra (2018) es el último escalón de los Avengers para llegar a Infinity War (2018), el evento que agrupará a todos sus héroes marcando un antes y un después en el género superheroico. Sin embargo, mediante T’Challa y la mitología de su personaje como la de Wakanda se planta una de las mejores películas del MCU y tal vez la mejor que funciona como originaria para un personaje.
Como director, Ryan Coogler (Creed) fue el candidato ideal para representar a la cultura afroamericana como también para trasladar los problemas sociales, raciales y políticos a los que se vieron sometidos a lo largo de toda su historia. Black Panther presenta una imponente puesta desde su sonido, imagen y dirección para disfrutar de Wakanda como de sus costumbres y ritos, mientras abre el debate sobre la inmigración, discriminación y política de manera muy consistente pero natural.
Wakanda, un oasis tecnológico debido a ser la única nación en el mundo en poseer vibranium, el metal más invulnerable del mundo, se encuentra oculta del resto de los países por temor a ser invadida y colonizada por extranjeros, como así ocurrió con sus hermanas naciones a lo largo de la historia. Madura por su contenido político, diversidad y reflexión al exponer los conflictos étnicos como raciales que padecieron a lo largo de su historia las personas de color, Black Panther es un paso diferente, comprometido y contundente en comparación de las demás películas de la franquicia. El traslado de las viñas a la pantalla para representar tanto a su soberano, T’Challa como a la nación que encabeza cuajó a la perfección con la idea de Coogler.
En Pantera negra el humor es importante pero no relevante para desarrollar la cinta, algo que Marvel Studios trasladó a gran parte de sus personajes aunque éstos no tengan esa característica específica en su personalidad (Thor, Doctor Strange). Tanto en los guiones de Joe Robert Cole, como en el del propio Coogler, la película presenta una narración intensa y entretenida entre la acción y la reflexión social y cultural en sus 134 minutos de duración. En los diálogos de sus personajes se encuentra tal vez lo mejor que produjo el estudio hasta ahora, con críticas políticas y culturales a la sociedad estadounidense apuntando al pasado y a la más reciente actualidad (Te están hablando a vos, Trump).
Black Panther envuelve al espectador en un viaje frenético sobre su esencia y personajes a la par de crear una estética única: en lo visual y sonoro, Black Panther es el film más representativo del estudio en una clara declaración de objetivos. La fotografía de Rachel Morrison lleva a recorrer y entender las costumbres de la nación soberana de Wakanda mientras que por otro lado, expone la realidad del ghetto de las personas de color en los Estados Unidos, con la presión social e inseguridad como temas rutilantes. Con el aparto sonoro por parte de Ludwig Göransson, el país de T’Challa también habla con voz propia y nunca deja de bailar ni de invitar al espectador a que sea parte de este lugar. Por otro lado, la película también contiene canciones originales producidas por el rapero Kendrick Lamar y Top Dawg creando así “Black Panther: The Album”, un disco con melodías de la película y otras inspiradas en ella con más de 100.000 unidades vendidas y a punto de llegar al número de 1 de Billbord.
Chadwick Boseman emprende el camino del héroe tratando de soportar la presión de estar a la altura de sus antepasados pero sin cometer los errores que hoy en día acechan su puerta. Siendo Pantera Negra, el rey y guardián absoluto de Wakanda, Boseman encara con T’Challa un camino de aprendizaje, dudas y reflexiones sobre la forma de gobernar y la responsabilidad que conlleva, dotándolo de un carisma esencial en la personalidad en su personaje.
Otro punto fundamental en Black Panther es la elección de un cast a la altura de los mejores del estudio: personalidades vigentes y de primer nivel como Lupita Nyong’o, Michael B. Jordan, Andy Serkis, Martin Freeman, Angela Bassett, Forest Whitaker y Danai Gurira que llevan a otro nivel a las producciones de Marvel. Sin embargo, el papel de Michael B. Jordan (Creed) -el actor fetiche de Coogler– es de los más completos generando un antagonista a la altura del personaje principal. En la piel de Erik Killmonger, Jordan manifiesta un personaje complejo y aquejado por el sufrimiento y dolor que sufrió en su pasado, preocupado por las personas que representa tanto en los suburbios de Estados Unidos como así también por la inacción de Wakanda para comprometerse internacionalmente.
Pantera negra (2018) es una película comprometida y audaz con el mensaje que busca trasladar, desde la dirección, el guion y sus personajes. Un equilibrio narrativo, visual e ideológico no tan consistente en películas del género pero sí necesario para lo que tiende a representar.