Wakandan panther doesn’t know the whey
En el momento en que esta pieza está siendo redactada, la nueva entrega de los estudios Marvel tiene cien por ciento en Rotten Tommatoes dando a entender que es una de las mejores obras de superhéroes de la historia. Lo que hay que tener en cuenta cuando sale una película como “Black Panther” es que a los críticos no les gusta que se insinúe que se posee odio por la gente de color, por eso los films de culpa blanca llegan a la categoría de mejor película en los Oscars.
La historia principal se pone en contexto mediante una animación computarizada que debió haber costado mucho tiempo, trabajo y dinero, pero los productores decidieron que odiaban al animador así que destruyeron toda la secuencia agregando narración innecesaria; la misma cuenta que hace milenios un meteorito hecho de vibranium, el metal más duro de la tierra, cayó en el medio de la sabana africana, las cinco tribus que habitaban el lugar lo utilizaron para avanzar su tecnología, creando el país de Wakanda y decidieron mantener todo en secreto por un gran número de razones.
Luego de ese cuento pasamos a la coronación del nuevo rey la cuál es demasiado larga y no ofrece ningún tipo de conocimiento acerca de las motivaciones de los personajes con excepción de una corta pelea en la cual “T`Challa”, el heredero al trono, perdona la vida de un insubordinado.
Lo admirable de esta obra es su escenografía, se puede notar que detrás de la geografía y arquitectura del país ficticio de Wakanda hubo reflexiones minuciosas, cada rincón estuvo pensado cuidadosamente mostrando una civilización avanzada con influencias africanas incluyendo la sala del trono, la cual contiene un suelo de tierra roja con asientos esculpidos de la misma como los que se encuentran en las civilizaciones primitivas del continente. La musicalización tiene el mismo nivel de detallismo, consiste de tambores tribales y posee elementos de coro y orquesta de vientos, definitivamente redime algunos de los fallos narrativos que contienen las escenas.
Los problemas narrativos que han de encontrarse son precisamente los incentivos inexistentes de los personajes, uno de los súbditos más leales de T´Challa, interpretado por Daniel Kaluya, no tiene razón ni lógica, en el minuto en que Michael B. Jordan aparece decide unírsele sin excusa, sin consideración por su país y ejecuta sus planes al pie de la letra poniendo en peligro a sus amigos y hasta a su esposa, un completo desperdicio de talento. Mientras tanto la hermana de nuestro héroe (Letitia Wright) es una interpretación la cual provoca vergüenza ajena, los escritores tratando de hacer que las audiencias jóvenes se sientan identificadas crearon uno de los peores personajes de Marvel, lo único que faltaba era que la llenen de fidget spinners mientras se saca selfies. La excepción a esta regla es el héroe de la historia que se encuentra dividido acerca de cuál es el camino correcto luego de aprender un secreto de su padre que lo hace reconsiderar los objetivos de su tierra natal, ese es el único esfuerzo que el guion contiene.
Para finalizar es necesaria una reflexión sobre las críticas positivas, la publicidad que rodea a esta película y la opinión de quien redacta esta pieza. El puntaje dado no es sincero con todos los aspectos, sino que es forzado por la política correcta que traen estos tiempos, tratándolo con lógica, si se debe admirar a un artista puramente por sus dotes físicos no se lo está respetando, sino cosificando, es un acto de favoritismo que es utilizado por los progresistas blancos para denotar fútilmente la igualdad entre ellos y los afroamericanos; esto es particularmente deshonesto debido a que están utilizando las apariencias de tan brillantes actores para satisfacer sus propias necesidades y por definición se trata de un acto de segregación.