Pantera Negra es la película más DC que ha hecho Marvel.
Con esa afirmación arranco la presente reseña, y para quien escribe eso es algo muy bueno.
Tal como vengo señalando en las últimas críticas de las películas que transcurren en el universo donde habitan Ironman y Hulk, su repetitiva fórmula a base de exceso de humor/golpe de efecto ya cansa.
Aquí sorprende que hay muy pocos chistes y muy sutiles. El film pasa por otro lado.
Conocemos el origen y secretos del héroe presentado en Capitán América: Civil War (2016), de una manera simple y lineal.
Es el clásico relato del “camino del héroe” pero con una gran particularidad: se trata de un afroamericano.
Si bien hay algún que otro antecedente de esto e incluso en la tv actual hay dos casos (Luke Cage y Black Lighting), nunca se había hecho una producción de esta escala protagonizada (y también dirigida) por afroamericanos.
Cuando se habla de “película revolucionaria” realmente se está en lo cierto, pero no por lo que le aporta al género en cuestión de guión, narrativa o efectos, sino porque marca un antes y un después en la historia.
Dicho esto, vuelvo a la película y recalco que la disfruté mucho. Noté un realizador detrás, a alguien a quien le permitieron escapar un poco del Manual de Estilo de Marvel.
El director Ryan Coogker, quien viene de hacer el excelente spinoff de Rocky, Creed (2015), supo usar muy bien todos los recursos a su disposición, y aún si poner un sello que lo destaque, hace notar su impronta de autor en los personajes.
El elenco es muy sólido. Encabezado por Chadwick Boseman, quien le da más profundidad a T´Challa, al punto que te encariñás con él.
Por su parte, Michael B Jordan cumple como villano muy bien. Su personaje está muy bien escrito y por eso se diferencia.
Jamás leí un comic de Black Panter así que no puedo opinar sobre que tan fiel es al personaje en ese sentido, solo sé y puedo juzgar a partir de las dos veces que lo vi en cine y me resulta muy consistente.
Pantera Negra es una película muy entretenida, del estilo que suele disfrutar una parte sectorizada del público que no gusta de los chistes porque sí cada dos minutos.
Por ello, por lo que significa, y por ser una obra concisa, me parece que es de lo mejor que Marvel ha hecho en sus diez años de historia.