Muerto el Rey
Desde la antigüedad Wakanda se mantuvo aislada del resto del mundo, desarrollando en secreto una sociedad avanzada que empequeñece a otras potencias mundiales gracias a los increíbles recursos de sus yacimientos de Vibranium, un mineral llegado del espacio que prácticamente no existe en otro lugar de la tierra y que fue utilizado -por ejemplo- para fabricar el escudo del Capitán América. Cada nueva generación de reyes recibe también el título de Pantera Negra, el protector de Wakanda y único habilitado para consumir un brebaje secreto que lo dota de fuerza, resistencia y destreza sobrehumanas, además de darle acceso a un arsenal de tecnología nunca vista en el resto del planeta.
Los inicios del nuevo reinado son en una época de cambios que cuestionan el tradicional aislamiento de Wakanda, pero también le presentan la oportunidad de cerrar una herida que su padre nunca pudo resolver: capturando a un ladrón que décadas atrás asesinó a varias personas para robar un cargamento de Vibranium. Una misión a simple vista simple se complica al descubrir que la CIA y un misterioso experto en la cultura de Wakanda están implicados en un nuevo robo, poniendo al borde de la guerra civil al habitualmente pacífico país.
De África al mundo
Aunque el personaje ya había aparecido en el MCU dando una muestra general de sus habilidades y carácter, Pantera Negra no deja de ser una película de origen. En este caso, la presentación más minuciosa no es tanto del personaje sino del mundo que habita: una sociedad africana tan aislada del resto que casi parece alienígena por su combinación de la más avanzada tecnología y un respeto importante por los valores tradicionales de su cultura ancestral.
Este es uno de los pocos puntos originales de la película, junto a una muy interesante propuesta visual dando vida al particular país. Una paleta de colores vibrantes y un acertado diseño de vestuario definen a las distintas tribus junto a los roles que ocupan dentro de la sociedad. Pantera Negra habla mucho a través de los ojos para componer su mundo, pero no tanto para armar una historia que hasta parece esforzarse por ser lo más simple posible.
Un problema que suelen padecer las historias de origen es que al tener que presentar tanta información nueva pierden espacio para contar una historia interesante; Pantera Negra no está entre las excepciones, la cuales existen incluso dentro del universo Marvel. Generalmente no se espera un desarrollo de personaje demasiado profundo en este tipo de films, pero en este caso van un poco más allá: del lado del héroe no hay nadie con suficiente carisma o motivaciones como para destacarse notoriamente, mientras que del lado de los villanos hace falta sumar a los dos para conseguir algo medianamente rescatable.
Mientras que Klaue es una caricatura de villano, la interpretación de Andy Serkis (El Planeta de los Simios, El Hobbit, un gran actor al que poco se le conoce el rostro) es de lo mejor del reparto y parece complementar a Killmonger, quien con un intérprete que no aporta nada para lucirse recibe un trato mucho más atractivo desde el guión como uno de esos antagonistas que plantean argumentos con tanto sentido que hacen dudar al héroe. La combinación de un héroe invulnerable (que puede liberarse de una pelea contra una docena de soldados con un chasquido de dedos), y un villano que nunca lo pone en real peligro ni se gana al público, solo funciona si el protagonista tiene otros conflictos internos lo suficientemente interesantes, algo que en este caso tampoco sucede.
Todo esto tiene una importancia secundaria en una buena película de acción que no deje tiempo ni ganas de pensar en los problemas de los personajes, un campo donde Pantera Negra no queda mal parada. Los combates tienen un ritmo fluido que entretienen, aunque no tengan un estilo coherente con la calificación de edad buscada por el estudio, haciendo parecer absurdo que todo un regimiento use sus lanzas para golpear gente con el bastón de modo que nadie salga herido ni se derrame una gota de sangre.
Conclusión
Aunque funciona como película de acción, Pantera Negra padece de una tibieza de contenido que la deja a mitad de camino y corre con la seria desventaja de estar inserta en un universo saturado, donde pocas veces se atreven a salirse de fórmulas ya probadas con el público más masivo.