¡Wakanda para siempre!
Pantera Negra es mucho más que una película que profesa la corrección política. Es un film que habla de conflictos dentro de una misma etnia, sus legados políticos y culturales, dentro de una película de superhéroes.
Siglos atrás, cuando cinco tribus africanas guerrean por un meteorito formado por el vibranium de metal alienígena , un guerrero ingiere una “hierba en forma de corazón” afectada por el metal y adquiere habilidades sobrehumanas. Al convertirse en la primera “Pantera Negra”, une a las cinco tribus y forma la nación de Wakanda. A medida que pasa el tiempo, los Wakandans utilizan el vibranium para desarrollar una tecnología altamente avanzada y al mismo tiempo aislarse del resto del mundo y hacerse pasar por un país del Tercer Mundo. Toda este relato que se transmite de forma oral de generación en generación, es de la forma que arranca pantera Negra. Un universo desconocido para muchos, y que sirve de puntapié para entrar en la acción.
Pantera Negra tiene todo prácticamente a su favor: una historia bien narrada que va saltando en el tiempo y espacio (va de Oakland a Londres, de Viena a Busan y de allí a Wakanda) para contar la asunción de T’Challa (Chadwick Boseman) como rey de la tribu. Luego vendrán los conflictos internos y externos y el dilema si continuar ocultos a los ojos del mundo o no, en una ambientación donde no veremos destruirse ciudades enteras en medio de chistes innecesarios cada diez minutos.
Por otro lado mantiene una excelente fotografía y belleza visual, incluso mejor que tantas otras películas del Universo Cinematográfico de Marvel, a lo que se le suma una banda de sonido extraordinaria, curada por el rapero estadounidense Kendrick Lamar, quien junto al director Ryan Coogler, compusieron una serie de canciones originales hechas especialmente para la película.
Y por último hay que mencionar al elenco, partiendo desde el mencionado Boseman hasta el villano (según el cristal con el que se lo mire) Erik Killmonger, interpretado gratamente por Michael B. Jordan. Y sin olvidar destacar el trabajo de las mujeres cargadas de independencia y personalidad, dodne nos encontramos con la fiel guardia real comandada por Danai Gugira, la hermana de T’Challa que personifica Letitia Wright, la espía interpretada por Lupita Nyong’o o la madre del Rey, a cargo de Angela Bassett. Todas mujeres de armas a tomar que sacan sus uñas cuando deben hacerlo.
Posiblemente el único detalle en contra para Pantera Negra sea la falta de escenas de acción suficientemente espectaculares, si comparamos con lo que hemos visto en sus predecesoras. La ausencia de coreografías destacadas nos dejan con ganas de ver mucho más, sobre todo en las que respectan a enfrentamientos corales, donde pierde la película algunos puntos.
Pantera Negra tiene un tratamiento en su dirección para la cual no estamos acostumbrados en una película Marvel. Es pacifista, socialmente relevante y pertinente para estos tiempos. ¡Wakanda para siempre!