Pañuelos para la historia: El mismo dolor.
La historia de los desaparecidos y asesinados como resultado de espantosas dictaduras no sólo es una asignatura pendiente de Argentina. En Turquía, por ejemplo, en los años 90 surgió un modelo muy parecido de Estado y un régimen que contemplaba el secuestro, la tortura, el asesinato y la desaparición de personas.
“Pañuelos para la historia (2015)”, el documental del fallecido Alejandro Haddad y Nicolás Valentini, retrata el viaje de Nora Cortiñas, actual líder de las Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, a Turquía para reunirse con las Madres kurdas, que se inspiraron para su lucha en referentes argentinas. En este viaje, somos testigos de cómo se van fusionando las diferentes culturas, idiomas e historia, pero el dolor y la lucha son los mismos. Nora asiste a manifestaciones y actos conmemorativos enarbolando la bandera argentina y la foto de su hijo sobre su pecho. Lleva consigo un traductor permanente; pero a pesar de no entender el dialecto, se mimetiza con estas mujeres incansables perfectamente.
El film va desde un acto en Plaza de Mayo en 2012 hasta la casa de Nora en Castelar, como periplo intimista del recorrido del que seremos partícipes luego, a lo largo de la película. Por supuesto las imágenes emotivas están pero no fue necesario recurrir a escenas de archivo de todo lo que ya conocemos para retratar la problemática. Lo bueno del film de Haddad y Valentini es que no recurre a lo trillado. Cotiñas (en esta doble lucha que se muestra) es todo el tiempo el centro de la atención e incluso funciona como veedora internacional ante las autoridades de la ONU en Ankara, cuando las Madres turcas presentan una carta con su reclamo.
Dice la historia que los habitantes del pueblo kurdo –cuyo territorio fue repartido después de la Primera Guerra Mundial entre Turquía, Siria, Irak e Irán – no buscan la secesión, sino una amplia autonomía, para no perder su lengua y su cultura. Debido a la brutal represión que sufrieron por parte del estado turco y grupos paramilitares a su servicio, las llamadas Madres de la Paz de Diyarbakir, así como las Madres de los Sábados de Estambul, no ceden en su lucha para conseguir justicia y obtener también una paz duradera, para que no se vuelvan a repetir los trágicos sucesos. “¡No más desapariciones!”, exclaman a viva voz.
“Pañuelos para la historia” es relevante, interesante, necesaria. Hay una herida que para muchos sigue abierta, y el cine – como nos tiene acostumbrados- nunca se quedó atrás a la hora de retratar estas cuestiones y muchas otras tantas de tinte social. Sin dudas, ver a Nora en acción inspirará a aquellos que no la conocen en persona y, además, motivará en cualquier lucha que se quiera emprender.