PONELO A PITTILANGA
Más allá de que uno pueda estar de acuerdo o no en cómo se vive el fútbol en la mayoría de los países (sobre todo en Argentina), no caben dudas de que éste deporte es una pasión que excede todos los límites. Lo decía Pablo Sandoval en “El secreto de sus ojos” (2009), esto es una pasión que el hombre nunca va a poder cambiar ya que es una virtud que lleva impregnada en la piel desde el día en el que nace y se lo lleva hasta la tumba.
En un país en el que asisten cientos de miles de hinchas a las canchas y en donde la pelota es la reina de la televisión cada fin de semana, resulta muy raro no encontrar películas que traten esta temática. Por suerte esta historia se acabó, ya que gracias a la imaginación de Eduardo Saccheri (esa misma que llevó a Juan José Campanella a levantar un Oscar), llega “Papeles en el viento”, una emocionante historia dirigida por Juan Taratuto que retrata casi a la perfección lo que representa el fútbol en esta nación.
El relato es sencillo pero se las ingenia para presentarse de forma bastante compleja: tres fanáticos del Club Atlético Independiente de Avellaneda (Diego Peretti, Pablo Rago y Pablo Echarri) tienen en su poder el pase de Mario Juan Bautista Pittilanga, una ex promesa de crack que terminó fracasando en un equipo humilde de Santiago del Estero. Como su otro amigo (Diego Torres) falleció, y había invertido los 300 mil dólares de una herencia en comprar el pase de Pittilanga, ellos son los encargados de que el nombre de este muchacho vuelva a resonar en el mercado con el objetivo de recuperar el dinero y así salvar sus vidas económicamente.
Como bien decía, la película describe sin tapujos la cultura popular futbolera argentina, esa que sigue viva tras los 90 minutos de sufrimiento que implica cada partido. Saccheri nos habla de la pasión por la camiseta, la explotación al jugador profesional, la viveza gaucha, el chantaje contractual y los problemas conyugales que hay puertas adentro en cada casa cuando el fútbol es como un hijo más. Es claro, el argentino podrá meterle los cuernos a su mujer pero nunca se permitirá hacerlo a su equipo de fútbol.
Los mejores del cuarteto protagonista son Peretti y Rago: El primero de ellos encarna a un decaído, pero no por eso arriesgado, hombre que se la juega por lo que quiere, mientras que el actual conductor de TVR interpreta a un vago que se la pasa sacándose el bóxer del culo y jugando a la play en su lavadero de autos. Por el contrario, el personaje de Torres está muy sobreactuado y por suerte es el que menos figura en la pantalla, mientras que el de Echarri resulta algo exagerado.
Por momentos el desarrollo de la película se vuelve algo lento y la resolución final puede que no los llegue a sorprender del todo, pero eso no significa que cada uno de los detalles esté en el lugar correcto. La clave para disfrutar el film es que vivas el fútbol como lo hacen estos personajes. Si no entendés lo que es un offside, o sos un doble casaca que nunca alentó a su equipo en las malas ni fue de visitante un día de semana a la tarde a bancar los trapos, difícilmente esta propuesta sea de tu agrado.
En resumen, “Papeles en el viento” no solo es una película ultra dominguera, sino que aspira a ser la mejor de todas ellas. No caben dudas de que en un par de años se volverá una joyita del cine nacional y la disfrutaremos de forma frecuente en algún canal.
Todo hincha disfrutará esta historia y quizás, si son algo sensibles, hasta derramen una lágrima de la emoción por ver algo así en la pantalla grande. Acá no importan los premios, esta película es bien argentina y acá se va a quedar.