Hernán es un hombre común, solitario y rutinario. Mientras está en su oficina, la radio informa sobre gente que realiza saqueos en la ciudad de Córdoba. Más allá de eso, nada parece anormal. Sin embargo Hernán decide internarse junto con otros hombres y mujeres desconocidos en un campamento en el Tigre para tener un adiestramiento marcial y en supervivencia. Los instructores como los alumnos entran en una lógica absurda, preparándose como para ir a la guerra, aunque de manera irrisoria, sin siquiera entender quién es el enemigo.