Paraíso

Crítica de Rodrigo Rago - CineFreaks

La desilusión tras los recuerdos.

Paraíso es la ópera prima del director cordobés Pablo Falá, la cual se encuentra protagonizada y producida por Marina Arnaudo quien encarna el papel de Sofía, el personaje principal de este audiovisual independiente que busca retratar una lucha interna tras el reencuentro con conocidos en Traslasierra, Córdoba.

Paraíso cuenta la historia de una chica que, tras pasar un tiempo de viaje fuera del país, regresa al pueblo cordobés con el objetivo de reconectar con ella misma. En esa búsqueda de reencontrarse, se vuelve a juntar con algunos de sus conocidos; entre ellos, su expareja Lautaro (Fabio Camino), cuya relación tuvo un final inconcluso. Es así como Sofía, al darse cuenta de que las cosas no resultan como ella esperaba, comienza a dudar sobre su lugar en mundo y poco a poco comienza a sentirse más sola de lo que esperaba.

Esta es una película que no se desvive por sembrar un dramatismo constante sobre la búsqueda de uno mismo, sino que sabe cómo utilizar los contrastes que se le presentan para ir construyendo de a poco un relato que alterna entre sensualidad y las luchas internas. Y justamente son los chispazos sexuales entre Lautaro y Sofia quienes otorgan a la película la química necesaria para que el ritmo otorgado funcione correctamente.

Es decir, el drama o el conflicto no se encuentra en el guion sino en las expresiones de Marina Arnaudo, quien logra manifestar sus conflictos internos con solo una mirada. Y son las miradas de Sofía las que irán exponiendo de forma muy contundente los distintos estados emocionales que se encuentra atravesando.

Se puede decir entonces que Paraíso es un largometraje correcto que consigue hacerse fuerte gracias el buen montaje sonoro, la buena utilización de planos y, sobre todo, la gran actuación de Arnaudo que permite que el espectador comparta (o no) su punto de vista sobre su situación personal.