Una película distinta para no dejar pasar. Es que el director y coguionista con su estilo de comedia cruel e inapelable se mete con el turismo sexual, el refugio de señoras alemanas entradas en años y decadencias físicas que viajan para redescubrir su sexualidad con jóvenes de Kenia que hacen de esa necesidad turista su medio de vida. La protagonista y sus amigas buscan ternura y amor, que no encontrarán, pero también sacan a relucir sus peores sentimientos racistas, en su comportamiento como depredadoras. Feroz, implacable. Véala.