Sorpresiva y políticamente incorrecta al extremo, Paradise Love se detiene en mostrar lo que ocurre con un grupo de señoras austríacas sexagenarias que se van de vacaciones a Kenya, en busca de sexo/ amor.
Rústicamente, las diferencias de color se hacen notorias, como así también las fantasías de conocer anatómicamente a alguien oriundo de Africa; en este caso, se trata de gigolós que esperan hasta el hastío a las mujeres blancas cuando salen de los hoteles paradisíacos en los que se encuentran alojadas para proponerles una salida encubierta o una visita por el lugar.
El turismo sexual queda expuesto cuando una de las llamadas “Sugar Mama” (término empleado para definir a las mujeres europeas blancas que mantienen a los gigolós africanos) inicia sus paseos por playas y calles alejadas del hotel y comienza a relacionarse con los nativos de la región. La interpretación de Margarethe Tiesel, una gordita europea que se va de vacaciones tras vivir un tanto desapercibida en su lugar natal, es fresca y, según describe su director Ulrich Seidl, casi enteramente improvisada. Las escenas gráficas sexuales y de desnudos abundan, en especial con actores africanos no profesionales...