Teresa y el sexo
Paraíso amor (Paradies: Liebe, 2012) integra la trilogía de historias compuesta por Paradies: Glaube (2012) y Paradies: Hoffnung (2013), protagonizadas cada una de ellas por tres mujeres diferentes durante sus vacaciones. El relato de esta mujer se centra en la búsqueda del amor, aunque esta búsqueda tenga demasiada extrañeza y tal vez muy poco de esa palabra que se resiste a ser encontrada.
Teresa (Margarete Tiesel), una mujer austríaca que ronda los cincuenta años, decide pasar sus vacaciones en Kenya. Allí la oferta de sexo con hombres jóvenes está a la orden del día y Teresa no perderá su oportunidad de desnudar y desnudarse frente a estos. Sin embargo parece no existir en estos encuentros el suficiente placer del goce del momento. Tanto Teresa como los hombres con quienes se acuesta pretenden algo más: ella el inalcanzable amor y ellos el necesario dinero.
Los encuentros entre Teresa y los jóvenes se suceden en cuartos pequeños, desarreglados, con luces mortecinas y paredes gastadas. Hay un clima innato de tensión, generando escenas de sexo que nada tienen que ver con aquellas estéticamente filmadas con las que el espectador está más familiarizado. Se suma a esto cierta representación grotesca del cuerpo de la mujer: mostrando sin censura su gordura, sus pechos y cola caídos y cada una de las partes de su cuerpo que evidencian el paso del tiempo. Esta forma tan cruda de mostrarse el sexo es muy cercana a la incomodidad, casi sin erotismo, creando una tensión entre lo que verdaderamente sucede cuando se paga por sexo y lo que desea la protagonista.
Aunque en el lugar equivocado y con formas no muy convincentes, las intenciones de Teresa parecen nobles: ser tratada con cariño, que le den suaves caricias y la besen, sentirse amada. Pero en este lejano lugar, lo único que no parece haber es justamente el consuelo que busca. Cada encuentro le demuestra un poco más esto, si bien ella no pierde las esperanzas.
A medida que avanza el film el espectador experimenta cierta compasión por lo que vive Teresa. Aunque también los hombres aparecen por momentos victimizados en su rol de objetos sexuales. El drama está presente en cada una de las imágenes y no está dado por giros argumentales importantes. Tal vez por eso puede ser que el film se haga un poco largo, ya que no busca efectos inmediatos, sino un progresivo desenlace que no resulte forzado por circunstancias ajenas a los sentimientos de Teresa. Aunque esta forma de narrar torne a la historia un tanto lenta y repetitiva (tal vez demasiado) lo interesante de Paraíso amor es mostrar una perspectiva diferente y muy sincera sobre la soledad y la necesidad de sentirse amado; aunque más no sea por unas horas…