El mundo de las grandes empresas, las exigencias casi inhumanas, la falta total de piedad, el afán desmedido de lucro, las competencias a muerte entre dos grandes de la industria tecnológica. En el medio, un joven ambicioso obligado al espionaje industrial. Se miden Gary Oldman y Harrison Ford. Pone su cara bonita el cotizado Liam Hemsworth. Un tanto increíble, por momentos ingenua, pero con el suspenso alcanza.