Paranoia

Crítica de Martina Putruele - ARG Noticias

Paranoia: un thriller sobre el precio del éxito, sin tensión ni suspenso

Robert Luketic es más conocido por sus comedias románticas como Legalmente Rubia y La Cruda Verdad. No sorprende entonces que su segunda incursión en otro género haya sido un fracaso tal como lo es Paranoia, un film que no le hace honor a su nombre ni por un pequeño instante.

El film narra la historia de Adam Cassidy (Liam Hemsworth), un ambicioso empleado de una poderosa empresa de tecnología que se ve atrapado entre la lucha de dos de los multimillonarios más poderosos del mundo, interpretados por Gary Oldman y Harrison Ford.

Oldman encarna al jefe de Cassidy, un empresario inglés con un marcado acento Cockney que hará todo lo posible por ganar la pulseada con su antiguo mentor, Harrison Ford. Pero hasta estos dos pesos pesados de Hollywood no logran salvar a este barco en hundimiento, en un mar lleno de gente linda y poco talento.

El australiano Liam Hemsworth estuvo en algunos de los largometrajes más taquilleros de los últimos años. Encarnó a Gale en la saga de Los Juegos del Hambre, y trabajó junto a Stallone en la segunda parte de Los Mercenarios. Pero su cara bonita no parece ser suficiente, y sigue permaneciendo a la sombra de su hermano mayor, Chris Hemsworth (Rush, Thor).

El guion de Jason Hall y Barry Levy, basado en la novela de Joseph Finder, no logra profundizar, ni en el desarrollo de los personajes ni en la creación del suspenso y "paranoia" suficiente que supuestamente tendría que ser el elemento central de esta película que se hace llamar "thriller".

Pero la monotonía y el anticlímax del film no se comparan con una gran falla en la premisa principal: la de retratar a un mundo de millonarios ambiciosos que arruinan la vida de la gente y las oportunidades de mejorar. Pretende que la moraleja sea que Cassidy se dé cuenta de que el amor y la familia valen más que lo material, pero en una de las últimas escenas, el protagonista decide alquilar un coche de lujo, sólo por la ostentación en sí misma, y para no viajar en subte.

Poco emocionante y alarmantemente aburrida, Paranoia es una película que ostenta ser inteligente pero termina siendo una del montón.