La carrera tecnológica
Otra de esas pelis que son elegidas, por alguna razón no muy objetiva, para ser destrozada por la crítica. Quizás haya sido la mala promoción y la poca recaudación que tuvo el film lo que facilitó el odio de los críticos, o quizás se ensañaron con una pareja protagonista no tan carismática... la verdad es que no entiendo porque tanta mala crítica a una película que si bien no es de las más sobresalientes del género "thriller", tampoco es un bodrio como afirman algunos. ¿Realmente se esperaban la nueva "Wall Street" cuándo vieron su trailer y la promo? Desde un principio se notaba que la trama nos iba a pasear por lugares bastante comunes y de hecho la premisa en sí no era muy original. Más allá de esto, creo que el director se las arregla para mantener entretenido al espectador, con actores de peso fuerte como Gary Oldman o Harrison Ford y los más fresquitos, Liam Hemsworth y Amber Heard. La labor de los veteranos es de hecho bastante buena y definitivamente le suben el nivel a la propuesta. Lo de Hemsworth y Heard, sin ser excepcional, es correcto y no ofrecen malas actuaciones, quizás un poco frías, pero no malas.
Para los que aún piensan en darle una oportunidad, les cuento que la trama gira en torno a Adam (Liam Hemsworth), un joven talentoso y ambicioso que para escalar en la gran corporación tecnológica en la que trabaja deberá realizar algunos trabajos sucios para sus jefes. A su vez, se verá atrapado en una feroz batalla de egos entre los CEO que presiden la empresa donde trabajaba anteriormente (Oldman) y la que trabaja actualmente (Ford). Es casi inevitable hacer una comparación con lo que uno puede llegar a imaginarse que fue la tensa relación entre los genios de la tecnología, Bill Gates y Steve Jobs, obviamente con varios toques de exageración para darle el carácter de thriller. Un film de engaños y espejismos que mantienen interesado al espectador.
Sin ser un producto de excelencia, el director australiano Robert Luketic saca adelante una historia poco original pero que tiene algunos condimentos que disimulan esto último. La especia más poderosa es sin dudas, la presencia de pesos pesados llenos de talento como Oldman y Ford.