Paranoia

Crítica de Pablo E. Arahuete - CineFreaks

Absurda como su título

Tan decorativa resulta la presencia de la sexy Amber Heard en Paranoia como la explicación de los procesos tecnológicos que con un esmero estéril pretenden ganarse la atención del público sin la menor sospecha de que lo que pasa en pantalla no le interesa a nadie.

Si repasamos que uno de los antecedentes del director Robert Luketic es la mediocre 21 BlackJack (2008) y en menor medida Legalmente rubia (2001) quizá podamos entender el por qué de un film tan torpemente narrado como éste, que al igual que aquella película contextualizada en el mundo de los casinos toma como detonante de conflictos la desmedida ambición de su protagonista.

El espionaje industrial siempre es un elemento convocante para tramas complejas cuando detrás de los intereses que llevan a ejecutarlo existe algo más que la mera acumulación de dinero o su vertiente menos políticamente incorrecta: la venganza por resentimiento.

Si todo gira en torno a estas motivaciones, la historia necesita de un ejecutor o chivo expiatorio como es el caso del joven Adam Cassidy (Liam Hemsworth), un ambicioso empleado de la compañía Wyatt Corpp, cuyo jefe (Gary Oldman) pretende robar a la competencia Eikon, presidida por Harrison Ford -su antiguo mentor-, el prototipo de un revolucionario celular. Para ello Adam debe ganarse la confianza de Eikon y una vez ingresado allí robar sin ser descubierto.

Hasta aquí estamos en presencia del ABC de toda película elemental de este tipo y a pesar de las vueltas de tuerca necesarias para que el relato despegue de una vez por todas es tan evidente el grado de previsibilidad como los pasos en falso bajo el pretendido cambio de rumbo que nunca es tal.

Si a eso se le suma el desperdicio de un elenco que cuenta con las patéticas actuaciones de Richard Dreyfuss, y los ya mencionados Oldman y Ford a la cabeza, el agravante es aún mayor porque los intentos por darle profundidad a una historia que nunca supera la medianía son vanos.

Con el plus de un desenlace carente de creatividad, forzado, manipulador, engañoso y con resoluciones de situaciones sacadas de la galera en una película sin magia, Paranoia es un film tan absurdo como su título, el cual esta vez las distribuidoras locales respetaron a rajatabla.