Parasite

Crítica de Catalina Dlugi - El portal de Catalina

Entre las muchas virtudes del film, esta esa capacidad inagotable para plantear preguntas entre estas dos familias, una de vida paupérrima que sobrevive en un sótano lleno de insectos y otra que se aloja en una mansión de diseño.: ¿Quiénes son los parásitos?,. ¿cuáles son sus capacidades para devenir rápidamente en monstruos?, ¿la casa de los ricos es un paraíso aspiracional o una fortaleza y una cárcel?, ¿Quiénes son los que tienen derechos o solo se trata de sobrevivir no importa quien caiga?. Plantear una visión de una diferencia de clases de manera tan contundente, donde un sistema económico saca lo peor de todos, pero mostrarla como una comedia negra con un humor espeso y con momentos de terror donde la humanidad se confunde con fantasmas molestos, suscita en el espectador una incomodidad constante y bienvenida. Un adolescente que consigue de casualidad un trabajo de maestro particular para la que no está capacitado, es el puntapié inicial. Él tiene la epifanía de conseguir de inmediato un trabajo para toda su familia. En un operativo planificado que nos e detiene en crueldades. Todos trabajan en la mansión donde son despreciados por su “aroma”, donde disfrutaran de momentos breves del lujo, filosofando sobre la riqueza que permite a quienes la poseen ser amables, porque ese poderío  actúa como “una plancha que retira todas las arrugas” .Las vueltas de tuerca de la trama no deben contarse. Ocurre lo que se espera y lo que desconcierta, con una cuota de ternura final un tanto postiza. El elenco de primera línea, la narración, los enfoques, la fotografía, son absolutamente disfrutables en un film que puede desatar no pocas polémicas.