Aunque en nuestro país se estrene recién ahora, Parasite es la mejor película de 2019. Está logrando cosas increíbles en la temporada de premios pese a la barrera del idioma y levanta la gran incógnita de qué pasará en los Oscars con todas sus nominaciones.
Bong Joon-ho conocido para muchos por Snowpiercer (2013) u Okja (2017), pero los más cinéfilos que consumen cine coreano ya están familiarizados con su obra, siendo The host (2006) la más popular.
El director rompe con todos los esquemas y presenta una película totalmente diferente en tonos y género. Es muy difícil de definir porque como espectador te pasa de todo, te reís, te indignás, te sorprendés y te emocionás.
Ninguna sinopsis ni descripción le va a hacer justicia. La experimentación va a ser única y quedará en cada uno que tanto le pegue, pero seguro que no pasará inadvertida.
Aparenta arrancar como una comedia para luego dejar entrar a lo oscuro y lo grotesco. Pero a la vez hace una lectura social tremenda.
Es una película que se anima a hablar de las clases sociales, de la pobreza y del trabajo. Un tabú que Hollywood no ha derribado y que no aborda como lo hace con otros temas, ya sean raciales o de género.
En este caso se ejemplifica no solo por la vida de la familia protagonista, sino también por la casa de la familia millonaria.
Aquí Bong Joon-ho deja bien en claro a través de las dimensiones obscenas de aquella mansión la mala distribución de la riqueza. Los muy pudientes versus los anhelos de las clases más bajas
Asimismo, la puesta, el montaje y el score son espectaculares. Nada falla en este film.
Cada uno de los elementos están conjugados a la perfección y nuestra atención es total.
Algo muy destacable más aún teniendo en cuenta el idioma, porque estamos acostumbrados a subtítulos en películas en inglés pero no en coreano.
Pero ello el elenco se destaca todavía más. O sea, aquí no hay estrellas ni ultra famosos y encima no estamos familiarizados con su lengua, pero nos deslumbran en cada escena.
Parasite es una experiencia alucinate para vivir como espectador, tanto dentro de la sala de cine como fuera por los debates que da a lugar.
Ojalá sirva para que descubramos otros films distintos y nos abra hacia más culturas.