Una buena pateada de tablero
Justo cuando empezaba a pensar que la industria del cine ya no tenía nada nuevo que ofrecer, aparece un título como ''Parasite'' que patea el tablero y maravilla por su increíble vocación para contar una historia tan atrapante como poco convencional. Aplaudo la gran decisión de la Academia (Oscars) de darle no sólo el premio a la Mejor Película Internacional, sino también como Mejor Película (a secas) del 2019, llegando a hacer historia en la industria. Ya se lo que pensarán algunos que leen esta reseña... ¿Cine coreano? ¿En serio? Si son bastante cinéfilos ya deben conocer algunos buenos títulos coreanos como ''Oldboy'', ''The Host'' u ''Okja''. Hay varios directores coreanos a los cuales seguir de cerca porque están haciendo películas geniales. Algunos de ellos son Park Chan-wook, Kim Jee-woon y Bong Joon-oh, este último a cargo del título de la reseña. El cine coreano está ofreciendo buenas historias, muy bien contadas en pantalla y con temáticas que se salen del molde. Para los que no han visto nada de cine coreano y están abiertos a salirse de la lógica del cine estadounidense, les recomiendo que empiecen con algunos títulos. ''Parasite'' sería uno muy bueno porque si bien mantiene el sello de cine independiente, también incluye algunos recursos cómicos, de narración y visuales que la hacen menos complicada para el espectador que sólo consume Hollywood. Creo que es una buena oportunidad para ver un poco de cine distinto.
En este caso particular, Bong Joon-oh nos cuenta la historia de dos familias muy distintas en una Corea del Sur cada vez más dividida en sus clases sociales. Una familia en el piso de la pirámide social y otra en lo más alto. Ambas con características divertidas y a la vez tristes de cada posición. Este fenómeno creo que caló muy bien en el público porque es algo que está sucediendo en muchos lugares del mundo; nuestro país Argentina, es otro ejemplo de ello. En fin, nos cuenta la historia de una familia desempleada, inconforme con su situación pero poco dispuesta a cambiarla por las vías estándar (estudio y trabajo), que utiliza todo su ingenio para tratar de volverse, mediante engaños elaborados, parte de la vida de una excéntrica familia acomodada y adinerada. Lo que comienza como una comedia casi ligera, va subiendo la temperatura hasta volverse una comedia negra y finalizar como un drama crudo acerca de las diferencias de clases en el país asiático, y porque no, el mundo. Tiene algunos elementos que marcan estas diferencias de manera magistral. Esto es algo muy bueno de la propuesta, porque pasea al espectador por distintos géneros y logra que todo se sienta cohesionado, especialmente diagramado para suscitar distintas reacciones de acuerdo al análisis personal que cada espectador haga. Por otro lado, el guión es excelente. La historia está muy bien pensada, desde los diálogos filosos al comportamiento corporal de los protagonistas, desde el punto de partida del relato al final poético al que arriba la película en su desenlace.
Acá no va a haber efectos visuales impactantes, muchas escenas de acción (aunque hay algunas) o golpes de efecto de manual. En ''Parasite'' se puede disfrutar de una historia original bien contada, con mucha vocación de cine y un pulso muy preciso para llevarnos por una experiencia incómoda y satisfactoria a la vez.